La llegada del verano es sinónimo de vacaciones, pero también de calor que no solo es molesto para ti, tu coche también se ve afectado por las altas temperaturas. La temperatura del asfalto puede llegar a alcanzar los 70ºC…
EFECTOS DEL CALOR EN EL COCHE
El principal efecto lo vemos en los Neumáticos, dónde en esta época del año pueden llegar a desgastarse hasta un 25% más. También aumenta la presión del neumático (aparte de la temperatura ambiente hay que sumar la temperatura que se genera por fricción), debemos tener en cuenta que para contrarrestar esta subida no podemos quitar presión, pues rodar con una presión por debajo de la recomendada tendrá efectos negativos en la seguridad.
El Sistema de Frenado también está sometido a una fricción generadora de calor, a través de las pastillas sobre el disco de freno o tambor, llegando el caso extremo de poder llegar a deformarse los discos en una frenada brusca o extendida. El líquido de frenos también se ve afectado en una larga exposición a un calor extremo.
Revisa el aire acondicionado y el sistema de refrigeración ya que cualquier fuga puede hacer que el motor se caliente y que se genere una avería. Una fuga del líquido refrigerante a través de la tapa o una manguera o abrazadera son comunes y fáciles de solucionar. El punto es evitar que el motor siga funcionando sin el refrigerante suficiente ya que se corre el riesgo de que termine quemándose.
El vehículo puede tener pérdida de potencia de hasta el 15%. Los motores de combustión necesitan aire para poder quemar el combustible, con el incremento de temperatura del aire se disminuye la cantidad de oxígeno, no quemándose con facilidad el combustible. Si a ello le sumamos que el filtro de aire no se encuentra en buenas condiciones la situación empeora.
¿QUÉ PRECAUCIONES DEBEMOS TOMAR?
Las precauciones se basan en sentido común. Realizar paradas periódicas evita el sobrecalentamiento de los neumáticos, revisa la presión de éstos siempre en frío (al nivel recomendado para su aplicación y carga), no habiendo recorrido más de 4km desde el inicio de la marcha. Para el cuidado de los frenos se recomienda usarlos lo menos posible, utilizando el freno motor y las marchas para reducir la velocidad del vehículo. Debemos revisar todos los niveles para que estén a su nivel óptimo, analizar su estado y comprobar que no tenga materiales sólidos en suspensión como tierra y demás materiales que puedan solidificarse con los cambios de temperatura. Tanto el filtro de aire como el del habitáculo debemos llevarlos en buenas condiciones.
Como siempre decimos, prevenir es mejor que curar, alargando la vida útil de tu vehículo y sobre todo ganando en seguridad para ti y los que te acompañan. Conduce con precaución y no salgas a la carretera sin revisar los puntos básicos del coche.
Estamos a tu disposición para cualquier duda que tengas.