Tal vez no sepas cómo funciona un radar de velocidad. Sin duda, un hecho curioso teniendo en cuenta que, si sueles conducir por autovía, te topas con ellos constantemente. Se trata de dispositivos que pueden hacer que tengas que rascarte el bolsillo, pero cuyo objetivo principal es preservar la seguridad. A continuación, queremos explicarte por qué son capaces de detectar la velocidad a la que circulas y qué tipos existen. Presta atención.
No podemos explicarte cómo funciona un radar de velocidad si no te contamos cuáles son los distintos tipos que existen. Vamos a verlos.
Es el tipo de radar más habitual en nuestras carreteras. Podemos hablar de las siguientes variedades:
Ahora bien, lo más frecuente es que los radares fijos funcionen a partir de la tecnología Doppler. En este caso, el radar cuenta con una antena que emite una señal electromagnética. Esta rebota en el vehículo y, después, regresa a la antena. La variación que el coche o moto genera en dicha señal permite al dispositivo determinar la velocidad a la que circula.
Es cierto que algunos emplean tecnología láser. Sin embargo, es un sistema más propio de los radares móviles que explicaremos a continuación.
Al contrario que los anteriores, no cuentan con una ubicación fija en la carretera, sino que la DGT cambia su ubicación según los criterios que estime oportunos. En este sentido, puedes encontrarte con:
La mayoría de estos radares son cinemómetros láser. En concreto, lo que hacen es disparar haces de luz que cruzan la calzada de forma transversal. Cuando un vehículo pasa, se ven interrumpidos, lo que permite al dispositivo calcular la velocidad a la que se desplaza. El único problema que presenta esta tecnología es que, en condiciones de lluvia o niebla, pierden eficacia.
Los últimos en incorporarse a las carreteras españolas. En concreto, están formados por dos cámaras sincronizadas por GPS capaces de reconocer los caracteres de las matrículas de los vehículos. Funcionan del siguiente modo:
En caso de superar el límite marcado, en unos días recibirás una multa en tu domicilio. Su cuantía dependerá de cuánto lo hayas excedido.
Debes saber que la DGT no habla, explícitamente, de márgenes de error. De hecho, aclara que superar el límite de velocidad por solo 1 km/h ya es motivo de sanción. Sin embargo, la tecnología empleada en sus cinemómetros no es perfecta.
Tanto los radares fijos como los móviles tienen un margen de error de ± 5 km/h hasta que el vehículo alcanza los 100 km/h. A partir de esa velocidad, es de ± 5%. Esto no se aplica a los radares de tramo, ya que su sistema de funcionamiento es mucho más preciso.
La DGT ha habilitado un mapa de información del tráfico en su página web. Únicamente tienes que acceder a él, pulsar la pestaña correspondiente a los radares de velocidad y seleccionar una provincia o carretera. De forma instantánea podrás ver la ubicación exacta de cada uno.
En definitiva, ya sabes cómo funciona un radar de velocidad. Pero no solo eso. También conoces cuáles son los tipos de radares que la DGT usa en nuestras carreteras y sus correspondientes márgenes de error. Una información básica para prevenir sanciones y, sobre todo, para preservar tu seguridad. Sin duda, esta es su auténtica función.