¿Puedo poner neumáticos de otra medida en el coche?

¿Alguna vez has pensado por qué tu coche equipa unos neumáticos de un tamaño determinado? Fundamentalmente, se debe a que los ingenieros que lo diseñaron estimaron que suponían la mejor opción para circular. Sin embargo, es posible que creas que son demasiado estrechos o anchos y, por ello, te gustaría cambiarlos. ¿Es posible? A continuación, queremos explicarte qué significa la equivalencia entre los neumáticos y si realmente está permitido o no.

¿Qué significa la equivalencia entre los neumáticos?

Los neumáticos equivalentes son neumáticos homologados alternativos a los que, originalmente, montaba el coche. Es decir, pueden sustituirlos sin que la seguridad del conductor, de sus acompañantes y del resto de usuarios de la vía se vea comprometida al circular. Los objetivos de apostar por ellos suelen ser:

• Incrementar el agarre y reducir la distancia de frenado mediante neumáticos más anchos.

• Mejorar la estética del vehículo mediante un mayor diámetro de llanta.

• Reducir costes utilizando neumáticos de dimensiones más comunes y fáciles de encontrar.

¿Qué dice la normativa al respecto?

Hay una legislación específica para los neumáticos equivalentes. Hablamos, en concreto, del Real Decreto 866/2010, de 2 de julio, por el que se regula la tramitación de las reformas de vehículos, así quedando reflejado en el Manual de procedimiento de inspeccón de las estaciones ITV (versión 7.6.1 de 01/07/2022). En este documento se aclara que la sustitución es posible siempre que:

• Tanto el neumático original como el equivalente tengan el mismo diámetro exterior. Se admite una tolerancia de ± 3 %.

• El índice de carga del neumático alternativo ha de ser superior o igual al reflejado por la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).

• Lo mismo sucede respecto al código de velocidad. Eso sí, en caso de que hablemos de neumáticos de invierno, puede ser inferior al reflejado en la tarjeta de la ITV.

• Que el perfil de llanta de montaje sea el correspondiente al neumático.

¿Qué pasa si los neumáticos no son equivalentes?

Solo hay un supuesto en el que la sustitución de los neumáticos originales por otros alternativos queda terminantemente prohibida. En concreto, hacemos referencia al caso en el que puedan provocar interferencias con otros componentes del coche.

Ahora bien, el hecho de que los neumáticos que quieras montar no sean equivalentes no implica definitivamente que no puedas montarlos. Eso sí, para hacerlo, tendrás que homologarlos primero. Para ello, es necesario que aportes la siguiente documentación en el centro de la ITV que quieras para que actualicen la información que aparece en la tarjeta:

• Certificado del taller instalador. Este taller ha de encontrarse dado de alta en el Registro Especial de Talleres que le corresponda. En la sección de “Observaciones” ha de identificar los nuevos neumáticos y los sistemas que han sido modificados para evitar las interferencias citadas anteriormente.

• Informe de conformidad. Te lo debe proporcionar el fabricante del vehículo o, en su defecto, el servicio técnico designado por él para realizar reformas en sus coches. En este segundo caso, ha de estar inscrito en el Registro de Firmas Autorizadas de la autoridad de homologación que corresponda.

• Ficha técnica anterior. Es decir, la que era válida antes del montaje de los neumáticos. También es aconsejable aportar los nuevos datos relacionados con las cargas del eje delantero y trasero y con la velocidad máxima. Así es posible agilizar mucho el trámite.

¿Cómo se calcula la equivalencia?

Para explicarlo, lo mejor es poner un ejemplo. Vamos a imaginar que tienes unos neumáticos con la dimensión: 205/55 R 16 91V. A partir de él, debes tener en cuenta lo siguiente:

• 205. Indica la anchura del neumático (205 mm).

• 55. Es el flanco del neumático. Su dimensión se calcula como un porcentaje de su anchura. En este caso, el 55% de 205 mm.

• R. Esta letra hace referencia a que el neumático ha sido construido de forma radial. Lo normal es que los tuyos sean de este tipo.

• 16. Es el diámetro de la llanta en pulgadas. Podrías modificar el diámetro de la llanta siempre que cumpla con los valores.

• 91. Se trata de la capacidad de carga que puede soportar el neumático. En este caso, 615 kg. El neumático equivalente debe ser igual o superior a esta cifra.

• V. Es la velocidad máxima a la que puede circular el neumático. Esta letra indica 240 km/h. En cualquier caso, el código de velocidad debe ser igual o superior al de la ficha técnica.

Una vez recopilados estos datos calculamos el diámetro, para ello necesitamos sumar 2 veces el tamaño del perfil/flanco del neumático y la llanta. Quedaría entonces: 2 x 113mm (55% de 205mm) + 406mm (conversión a milímetros de 16 pulgadas) = 632 mm

Vemos que el diámetro del neumático original es de 632mm, por lo que el neumático equivalente debe tener un diámetro dentro del margen ±3% de 632mm.

En definitiva, ya sabes qué significa la equivalencia entre los neumáticos y, además, cómo calcularla. Una información imprescindible si estás interesado en cambiarlos por otros más o menos anchos. Una decisión que, en función de la opción que elijas, puede ayudarte a incrementar tu seguridad o a reducir el consumo de combustible.