La niebla es un fenómeno que reduce la visibilidad a menos de un kilómetro de distancia y hace que coger el coche se convierta en un verdadero trauma. Te detallo unos consejos para reducir el miedo a conducir en esta situación.
Partiendo de que el vehículo tiene los mantenimientos correspondientes en regla, vamos a ver 5 claves para que conducir con niebla sea una pesadilla:
1. LUCES
Las luces antiniebla trasera nos hace visibles al resto de conductores en condiciones de mala visibilidad, son una o dos luces traseras con una luz más intensa que las de posición. Es obligatorio su uso en automóviles con niebla densa, lluvia o nevada intensas.
Aparte de las luces antiniebla (trasera y delanteras en caso de disponer de ellas) se deben utilizar las luces de posición y de cruce. La primera intuición es utilizar las luces de largo alcance o las “largas”, pero es un error ya que la niebla haría de pared reflectora y reduciría más la visibilidad.
Ante cualquier incidencia, encienda las luces de emergencia para advertirlo al resto de conductores.
2. PARABRISAS
Disponer de un parabrisas limpio, así como unas escobillas en perfecto estado, pues con la humedad de la niebla, al accionar el limpiaparabrisas, si éste está sucio nos limitará mucho más la visibilidad al esparcirse la suciedad y formar una capa opaca en el cristal. Por otro lado, con la diferencia de temperatura puede empañarse el cristal, para evitarlo, dirigimos la ventilación para contrarrestar este efecto.
3. VELOCIDAD
Según Capítulo II Velocidad, Sección 1ª Límites de velocidad, Artículo 45 Adecuación de la velocidad a las circunstancias, del Reglamento General de Circulación:
“Todo conductor está obligado a respetar los límites de velocidad establecidos y a tener en cuenta, además, sus propias condiciones físicas y psíquicas, las características y el estado de la vía, del vehículo y de su carga, las condiciones meteorológicas, ambientales y de circulación, y, en general, cuantas circunstancias concurran en cada momento, a fin de adecuar la velocidad de su vehículo a ellas, de manera que siempre pueda detenerlo dentro de los límites de su campo de visión y ante cualquier obstáculo que pueda presentarse.”
Debemos adecuar la velocidad a cada situación, para poder actuar rápidamente y con seguridad. Con niebla la calzada se humedece y se vuelve más deslizante y si la temperatura es baja puede formarse hielo.
4. FRENOS
Las condiciones excepcionales de la vía y el estado de los neumáticos, pueden hacer que la distancia de frenado aumente, restando así seguridad.
Aumenta la distancia de separación frontal, en condiciones de niebla se multiplican las posibilidades de alcance. Debemos utilizar el sistema de frenado con antelación, usando el freno de motor y usando los frenos de forma suave e intermitente, así alertaremos también al vehículo que precede de la reducción de velocidad.
5. SEGURIDAD
Ante una niebla muy densa, es preferible parar en un lugar seguro y esperar que desaparezca lo suficiente para conducir con seguridad. Si no hay un lugar apartado de la vía, hazlo en el arcén derecho, lo más alejado posible de la vía, enciende las luces de emergencia para alertar al resto de conductores. Una de las claves es no tener prisa y mantener la calma.
En condiciones de niebla debemos agudizar el resto de sentidos. Debemos tener especial atención a los usuarios menos visibles, como por ejemplo motos, ciclomotores, bicicletas y peatones.